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domingo, 28 de septiembre de 2008

MÉTODO PARA ENRAIZAR ESQUEJES DE FUCHSIA

Explico aquí mi método para enraizar esquejes de fuchsia, si bien es aplicable a otros muchos cultivos.
Lo primero es localizar el esqueje que queremos reproducir, este tiene que ser un final de rama, es conveniente que sea con su ápice, aunque no imprescindible.
Aquí podemos observar al candidato.





Procedemos al corte del futuro esqueje y aquí podemos verlo ya cortado, listo para proceder a la manipulación necesaria.





Quitaremos las hojas del último nudo, porque las raíces principales surgirán de los tallos axilares, yo suelo raspar un poco la corteza del tallo, ya que si bien las raíces principales surgen de las propias axilas, lo hacen también por todo el callus, o cicatriz producida en cualquier lesión, por tanto, cuanto mayor es la herida, mayor es el callus y más superficie para enraizar, si bien es cierto, que también es mayor la superficie por donde puede entrar una infección, hay que valorar el riesgo, yo según mi lema “ de ningún cobarde se ha escrito nada” prefiero arriesgarme.



Repasaremos el corte final, haciéndolo en diagonal, por la misma razón que he explicado antes.



El cabito no debe quedar a más de dos centímetros.





Tenemos preparados de antemano los tiestos destinados a enraizar estos esquejes.
Me gusta aprovechar los envases de petitsuisse gigantes, sobre todo porque son desechables, solo los uso una vez, mejorando de esta forma las condiciones higiénicas sensiblemente.
El tamaño me gusta, porque no es demasiado grande, que puede quedar encharcado mucho tiempo, ni demasiado pequeño, que se reseca rápidamente.






Humedezco el sustrato, sin llegar a encharcarlo



No le pongo hormona de enraizamiento, si bien es recomendable hacerlo, sobre todo si es en gel.



Con un palito, un poco más grueso que el propio esqueje, hago un agujero en la tierra, de una medida como de dos o tres cmt, no más hondo.



Introduzco el esqueje, asegurándome que el final de este, toque la tierra, que llegue hasta el final del agujero.
Presiono alrededor, asegurándome que quede bien fijo, esto último es muy importante, si el esqueje queda flojo, no agarrará, seguro.





No olvido identificar el esqueje, esto será muy importante en el futuro, he probado muchos métodos, llegando a la conclusión de que el que mejor resultado me da, es escribir el nombre, la fecha de plantación y la procedencia del esqueje, en la misma maceta, de esta forma, imposible que se pierda.
Lo hago con rotulador permanente, para que no se borre con la humedad.


El sustrato que uso para enraizar esquejes, es uno especial para este uso y la añado un poco de perlita.
Hay varias marcas comerciales que lo venden, se puede encontrar en todos los viveros.





Cuando ya tengo todos mis esquejes plantados, los sitúo en una bandeja de un propagador, cualquier tupper que cierre bien y sea transparente, servirá.




Procedo a rociar mis esquejes, tierra, y hasta bandeja con un fungicida, esto me permite tenerlas tapadas 15 días, que es lo que considero que es el tiempo mínimo para que empiecen a salir las nuevas raíces, sin miedo a la aparición de botrytis y se pudran los esquejes, en un ambiente de humedad.





Procedo a envolver el tupper o propagador, con film transparente, para asegurarme de que no escapa nada de la humedad existente en el propagador.





Pongo una identificación clara, de cuando han sido plantados y cuando se deben destapar para la primera inspección al cabo de 15 días.


Pongo igualmente cinta addesiva en las uniones del film, para asegurarme que queda bien sellado.



Le busco un lugar a la sombra, donde esté resguardado del sol, ni de heladas, ni de cambios bruscos de temperatura.
El sitio debe ser muy luminoso, sin llegar a recibir sol.


Así, sin tocarlos, dejaremos transcurrir los 15 días de rigor.

Fuchsias en Otoño 2001